martes, 26 de julio de 2011

Peppino Impastato; un joven que se enfrentó a la mafia.


Via Caetani, Roma, 9 de mayo de 1978, en el maletero de un coche rojo aparece el cuerpo del ex -primer ministro italiano y uno de los más importantes líderes de la Democracia Cristiana Italiana, Aldo Moro. Ese mismo día en los alrededores del pueblo Siciliano de Cinisi, en las vías del la línea de ferrocarril Palermo-Trapani la policía investiga una explosión ocurrida esa misma madrugada, encontrando restos humanos esparcidos por todo el lugar, son los restos de Giuseppe Impastato.
Giuseppe Impastato, más conocido por Peppino, nació en 1948 en el pueblo de Cinisi,  pequeño pueblo de la provincia sicialana de Palermo. Miembro de una familia local muy bien relacionada con la mafia, no en vano su tio era Cesare Manzella, uno de los capos más importantes de la mafía local,  cuñado de su padre, Luigi Impastato, siendo éste además intimo del sucesor de Manzella, tras su asesinato, Gaetano Badalamenti.
Poco a poco, Peppino fue invadido por ese espiritu y esas ganas de cambiar el mundo que sacudíó a varias generaciones, por aquella ilusionante década de los 60 del pasado siglo. Ese afán de cambiar el orden establecido le llevó a adoptar las ideas de la izquierda “revolucionaria”, llegando a afiliarse al Partido Socialista Italiano de Unidad Proletaria, donde tuvo la oportunidad de fundar un periódico. En 1967, dos años después de su ingreso en PSIUP, abandona sus filas, pero no pone fin a sus deseos de aportar todo su espiritu en la mejora de la sociedad. Y esa inquietud, lleva a Peppino Impastato de nuevo a su pueblo, poniéndose a la cabeza de los expropiados de Cinisi, por la ampliación del Aeropuerto Internacional de Palermo, y a su vez  crear en 1975 el “El Club de Música y Cultura”, un club que promueve diferentes actividades culturales y musicales, como cineforum, obras de teatro, bailes,…, conviertiéndose en el principal punto de referencia para los jóvenes de Cinisi.
Pero su espiritu de cambio le lleva a dar un paso más, y este paso, pasa por rebelarse contra el sistema imperante dentro de la sociedad siciliana, un sistema que, controlado por las familias de la mafia, logra tener atemorizada a la población, y que utiliza como marionetas a políticos y policias, sirviéndose de ellos para controlar cualquier parcela de la sociedad siciliana.
Peppino prentende comenzar por sacudir las conciencias de su Cinisi natal, siendo la mafia local, para la cual trabaja su padre, y  su capo, Gaetano, más conocido como Tano Badalamenti el principal blanco de sus denuncias. Esta postura, le hace romper todo lazo de unión con su padre, al que ve como otro títere más a las órdenes del capo Tano Badalamenti.
Junto al club, Peppino, decide abrir una emisora de radio libre y autofinanciada, Radio AUT. Desde este medio, y a través del programa “Onda Panza”, en el que utilizando la sátira y la ironía, ataca de forma directa a Tano Badalamenti y a su “organización”, denunciando los delitos y abusos que la “familia” comentía en Cinisi.
En 1978, tras el asesinato de su padre, Peppino Impastato decide que su lucha debe ser más directa, y para ello decide concurrir a las elecciones municipales de 1978 en las listas de “Democracia Proletaria”. La entrada de Impastato en política suponía una seria amenaza para los “negocios” de la mafía local, y la reacción de ésta no se hizo esperar. El 9  de mayo de 1978, días antes de las elecciones municipales, Peppino es secuestrado, y se le adosa al cuerpo una potente carga de dinamita que poco después explosiona, poniendo punto y final a la vida de Peppino Impastato. El pueblo de Cinisi acompañó de forma multitudinaria a Peppino en su último adios.
Durante muchos años se mantuvo, por parte de las autoridades, la teoría del suicidio, pero la lucha de familiares y amigos consiguió reabrir la investigación, demostrándose que la muerte del joven no fue un suicidio, sino un asesinato, pero según la justicia sin asesinos. Son los primeros años del nuevo siglo los que ponen rostro a los asesinos de Peppino, unos rostros que todos sus conocidos conocían pero la justicia, al parecer no, Vito Palazzolo, condenado a 30 años como culpable, y el Tano Badalamenti, condenado a cadena perpetua.
 "Los Cien pasos" es el título de una película italiana que recrea la vida de Peppino, cuya  canción principal, también llamda "Los Cien pasos", es cantada por el grupo Modena City. "Los Cien pasos" aluden a la distancia que separaba el hogar familiar de los Impastato y la casa del capo local, Tano Badalamenti. El video es un monetaje con imágenes de la película y fotografías de la vida de Peppino.

4 comentarios:

Benny Blanco dijo...

Interesante historia, como interesado del tema de la mafia italiana, he de agradecer que nos acerquen estas historias más desconocidas para los lectores.

Pretoriano dijo...

La verdad que es una historia muy desconocida fuera de Italia, bueno y me atrevería a decir que en allí tampoco se conoce lo suficiente, desgraciadamente la mafia sigue jugando un importante papel en ese país, controlando parcelas de servicios, sobre todo en el sur, que el gobierno debería cubrir. Pero a pesar de todo el esfuerzo de este joven no quedó en saco roto, pues son muchas las personas intentan romper los cadenas que tradicionalmente les ligan a las "familias", ya sea a título individual o a través de organizaciones como el Centro Impastato.
Un saludo, y gracias por el comentario.

Anónimo dijo...

hola me llamo jose maria desde cordoba argentina tengo 30 años trabajo de comunicador social y e visto la pelicula varias veces y me e interesado mucho el buscar data sobre el mismo te felicito muchas gracias por tu aporte

ª"mafia uccide il silenzio anche"

Pretoriano dijo...

Me alegro que le haya gustado el post. Le invito a que siga leyendo nuestro humilde blog, con el buscamos que la historia y sus protagonistas no queden en el olvido, pues no hay peor muerte que el olvido y la indiferencia.
Muchas gracias José María por tu comentario.
Un saludo desde Cádiz!!!